La dinámica que hoy día llevamos en el ámbito laboral ya sea público o privado es cada vez más demandante y estresante.
Los ritmos más acelerados de trabajo, extensas jornadas, baja remuneración, carencia de un buen ambiente laboral, la individualización, el mobbing, acciones de hostigamiento y de persecución llevan a la baja autoestima y la exclusión.
Tales hechos provocan alteraciones en el estado de ánimo, el cuerpo responde a un estrés emocional no liberado a través de molestias físicas y se comienzan a somatizar, se genera un agotamiento mental.
El constante estrés al que se encuentran sometidos los trabajadores puede llevar a comportamientos de autodestrucción, abuso del alcohol, automedicación, consumo de drogas, hasta llegar al suicidio, lo que se convierte en una salida a los problemas laborales.
Por ejemplo, en una sociedad tan exigente como la de Japón, se le denomina karoshi a la muerte por exceso de trabajo.
Algunos estudios han mostrado, que el personal dedicado a la atención y cuidado de la salud como:
- médicos
- enfermeras
- odontólogos
- psicólogos
- trabajadores que brindan atención a terceros es la población más vulnerable
Y que presenta mayor nivel de estrés crónico laboral, conocido como el síndrome de Burnout o «síndrome del trabajador quemado».
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado el síndrome como un factor de riesgo laboral.
Debido que afecta significativamente la calidad de vida, la salud mental y pone en riesgo la vida de la persona que lo padece.
Los trabajadores con este mal no rinden en:
- su ámbito de trabajo
- son inoperantes
- inseguros
- faltan constantemente
- presentan cambios de humor repentinos
- se aíslan
- se descuidan físicamente
- no procuran su higiene personal
- tienen poca empatía con sus compañeros de trabajo
- tiene una mala atención con los usuarios o clientes
Actualmente en las empresas, instituciones y dependencias, existe una alta competitividad, que genera mucha incertidumbre, se carece de estabilidad para mantener el puesto, aparece la frustración al no alcanzar objetivos, metas y resultados.
La globalización genera mayor exigencia a los trabajadores y al sector económico que se pertenece, cambios profundos en los modelos de producción, se incorporan nuevas tecnologías, la economía se mueve a altas velocidades, se esperan mejores resultados en metas, productos y entregables, se implementan nuevas y cambiantes condiciones de trabajo.
Derivado de lo anterior, las formas de socialización se modifican.
Es un mundo más individualizado y egoísta, lo que genera un desequilibrio en el trabajador, en su ambiente laboral y social.
El estancamiento, aburrimiento, apatía, desvalorización, aislamiento, relaciones desgastadas y falta de estimulación además de la automedicación, consumo de ansiolíticos y trastornos del sueño llevan a padecimientos identificados con el síndrome de Burnout.
Entre las dolencias que podemos mencionar están: el agotamiento mental, la falta de energía, la afectación en el sistema locomotor, dolor y rigidez muscular, padecimientos cardiovasculares y gastrointestinales, problemas en la piel, impotencia, obesidad, dolor de cabeza, entre otros y en algunos casos el nivel de estrés causa una vulnerabilidad psicológica, aunado a una constante presión del medio que puede llevar a un desenlace fatal.
Como podemos observar el estrés crónico laboral es un problema complejo multicausal
Por lo que es importante que las empresas o instituciones a través de los comités de seguridad e higiene, inspectores y sindicatos tengan claramente identificados los efectos sobre la salud física y mental de sus trabajadores para una adecuada prevención del suicidio.
Por lo que se debe generar un protocolo para la prevención de riesgos laborales.
Además debe existir un adecuado puente de comunicación entre el sector trabajador y sus empleadores, implementar un clima laboral participativo, para emprender las acciones necesarias para un ambiente sano y por consiguiente prevención del suicidio.
- Algunas empresas e instituciones han implementado espacios para realizar técnicas de relajación, como meditación, ejercicios de respiración y se permite escuchar música que reduce la ansiedad y el estrés.
- En otros casos, se han habilitado pequeños gimnasios para hacer ejercicio con rutinas sencillas de estiramiento para evitar la tensión muscular.
- La atención psicológica es necesaria e importante para que el trabajador desarrolle mecanismos eficientes para afrontar situaciones de tensión o estrés.
- Fomentar un ambiente laboral óptimo, trabajo en equipo, con objetivos comunes, y se desarrollen actividades de convivencia.
- Respetar los horarios laborales establecidos, evitar la carga de trabajo con jornadas extensas, definir un horario para el consumo de alimentos y otorgar días de descanso.
- Impartir cursos de orientación de resultados, trabajo en equipo, de capacitación y de actualización.
- Reconocer el esfuerzo del trabajador, que se sienta valorado y reconocido, transmitir agradecimiento.
- Impulsar el desarrollo profesional que permita el crecimiento y la promoción.
- Fomentar un estilo de vida saludable, con una buena alimentación, desarrollar una práctica deportiva y un buen descanso por las noches.
La estimulación, motivación y un buen ambiente influye de manera positiva.
Un trabajador motivado y contento con sus tareas es más productivo, asiste a su trabajo con ganas e ímpetu, rinde más en sus actividades, su esfuerzo se centra y se dirige a las metas y objetivos de su cargo y por supuesto, esto beneficia en su conjunto a la institución o empresa.
Las alteraciones emocionales, enfermedades, malestares e inclusive comportamientos suicidas causadas por el estrés laboral se pueden evitar y tratar, sí se detectan a tiempo.
Síguenos en Facebook