A medida que la ciencia médica sigue evolucionando, también lo hace nuestra comprensión del cuerpo humano y de las enfermedades que lo afectan. Saber de qué trata la nefrología es esencial ya que es una rama especializada de la medicina que se ocupa del estudio y el tratamiento de los trastornos renales.
Si usted padece una enfermedad renal o conoce a alguien que la está experimentando, es importante que se mantenga al día de los últimos avances en nefrología. En este artículo, explicaremos algunos de los últimos avances en el tratamiento nefrológico y lo que necesita saber para tomar decisiones informadas sobre su atención sanitaria.
¡Vayamos al tema y descubramos cómo estos avances están cambiando el panorama del tratamiento nefrológico!.
¿Qué trata la Nefrología?
El tratamiento nefrológico es el conjunto de medidas que se realizan para tratar las enfermedades renales. Estas enfermedades pueden ser agudas o crónicas y se caracterizan por una disminución en la capacidad de los riñones para filtrar y eliminar los desechos del cuerpo.
Para entender de qué trata la nefrología, es necesario entender que las enfermedades renales pueden ser causadas por una variedad de factores, incluyendo enfermedades autoinmunitarias, infecciones, traumatismos y enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión.
El tratamiento nefrológico puede incluir diversas alternativas terapéuticas, desde cambios en el estilo de vida hasta medicamentos y cirugía.
Las enfermedades renales más comunes y sus tratamientos
Las enfermedades renales pueden ser agudas o crónicas y pueden afectar a personas de todas las edades. Algunas de las enfermedades renales más comunes incluyen la enfermedad renal crónica, la nefritis intersticial, la enfermedad renal poliquística y la glomerulonefritis. Cada una de estas enfermedades tiene diferentes causas, síntomas y tratamientos.
La enfermedad renal crónica (ERC)
La enfermedad renal crónica (ERC), que trata la nefrología, se caracteriza por la progresiva pérdida de la función renal a lo largo del tiempo. Los riñones desempeñan un papel vital en la eliminación de desechos y el exceso de agua en el cuerpo.
La ERC suele desarrollarse de forma silenciosa, sin mostrar síntomas aparentes hasta que la función renal se encuentra significativamente comprometida. En su etapa final, conocida como enfermedad renal terminal (ERT), los riñones ya no pueden eliminar eficientemente los desechos y el exceso de líquido, lo que puede requerir tratamientos como diálisis o trasplante renal.
La diabetes y la presión arterial alta son las causas más comunes de la enfermedad renal crónica, que trata la nefrología, siendo responsables de la mayoría de los casos. No obstante, existen otras enfermedades y condiciones que pueden dañar los riñones, como trastornos autoinmunitarios, anomalías congénitas, exposición a sustancias químicas tóxicas, lesiones, infecciones, problemas en las arterias renales, ciertos medicamentos y flujo retrógrado de orina hacia los riñones.
La enfermedad renal crónica, que requiere tratamiento nefrológico, conlleva una acumulación de líquidos y productos de desecho en el cuerpo, afectando numerosas funciones y sistemas corporales, incluyendo la presión arterial, los niveles sanguíneos, la salud ósea y la disponibilidad de vitamina D. Por tanto, es esencial diagnosticar y tratar la enfermedad renal crónica de manera temprana para prevenir complicaciones graves y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.
La nefritis intersticial
La nefritis intersticial es una enfermedad inflamatoria que afecta los túbulos renales y el tejido intersticial del riñón, siendo una condición que trata la nefrología. No hay medidas específicas para prevenir la nefritis intersticial aguda causada por reacciones a medicamentos, ya que cada individuo puede tener una respuesta individual. Sin embargo, es crucial seguir las instrucciones y dosis recomendadas al tomar medicamentos y estar alerta ante cualquier síntoma inusual o efecto secundario.
En cuanto a la nefritis intersticial crónica, la prevención de las condiciones médicas subyacentes que pueden causar esta enfermedad es fundamental para el tratamiento nefrológico. Mantener una buena salud en general, controlar las enfermedades autoinmunitarias y seguir las indicaciones médicas en caso de niveles anormales de potasio o calcio en la sangre puede ayudar a reducir el riesgo.
El enfoque de tratamiento nefrológico para esta enfermedad puede variar según la causa subyacente y la gravedad de la enfermedad, y es algo que un especialista que trata la nefrología, puede considerar al evaluar al paciente. Algunas opciones de tratamiento que un nefrólogo puede contemplar son:
- Suspensión del medicamento causante en caso de reacción alérgica o a un medicamento específico.
- Uso de medicamentos antiinflamatorios, como corticosteroides, que son utilizados en la nefrología para reducir la inflamación en los riñones y mejorar la función renal en casos de nefritis intersticial crónica.
- Control de la presión arterial y los niveles de líquidos y electrolitos mediante la prescripción de inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ECA) o bloqueadores de los receptores de angiotensina II (BRA), en línea con los tratamientos comunes en la nefrología que trata la nefrología, si la nefritis intersticial afecta estos parámetros.
- Diálisis en situaciones graves que resultan en una disminución significativa de la función renal, una medida que forma parte de los procedimientos y tratamientos de la nefrología que trata la nefrología. La diálisis permite filtrar y limpiar la sangre de los desechos y el exceso de líquidos cuando los riñones no pueden hacerlo por sí mismos.
- Trasplante renal en casos avanzados de nefritis intersticial que resultan en insuficiencia renal crónica, una opción importante en el campo que trata la nefrología. Esto implica reemplazar el riñón dañado por uno sano de un donante compatible, siendo un procedimiento que los nefrólogos pueden considerar.
La enfermedad renal poliquística
La Enfermedad Renal Poliquística, también conocida como poliquistosis renal, es un trastorno de origen hereditario que se caracteriza por la presencia de numerosos quistes llenos de líquido en ambos riñones. Estos quistes provocan un aumento en el tamaño de los riñones y una disminución del tejido funcional.
La enfermedad renal poliquística puede ser causada por un defecto genético hereditario, ya sea de forma dominante o recesiva. En el caso de la forma dominante, los síntomas suelen manifestarse en la edad adulta, mientras que en la forma recesiva se presentan desde la infancia y suelen ser más graves. Los síntomas pueden variar e incluir molestias o dolor en el costado o abdomen, presencia de sangre en la orina, hipertensión arterial y cólicos renales debido a la formación de cálculos renales.
El diagnóstico de esta enfermedad se basa en pruebas de imagen como ecografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas de los riñones. La forma en que trata la nefrología esta condición se enfoca en el manejo de las complicaciones y los síntomas, como las infecciones urinarias y la hipertensión arterial.
Sin embargo, es importante destacar que más de la mitad de las personas afectadas por esta enfermedad desarrollarán enfermedad renal crónica en algún momento de su vida, lo que puede requerir terapias de diálisis o incluso un trasplante de riñón.
La glomerulonefritis
La glomerulonefritis es una condición que se caracteriza por la inflamación del glomérulo, la unidad anatómica renal encargada de la filtración de la sangre. Esta inflamación puede resultar en una disminución de la función renal o en una pérdida de la capacidad de filtración selectiva.
Los síntomas comunes incluyen una disminución en la producción de orina, presencia de hematíes y detritus celulares en la orina, retención de líquidos que puede llevar a hipertensión arterial e insuficiencia cardíaca, y pérdida de proteínas en la orina, lo que puede causar edemas y alteraciones en los niveles de lípidos en la sangre.
La glomerulonefritis puede tener diversas causas, como un comportamiento anómalo del sistema inmune, la formación de complejos inmunes en la membrana basal o el depósito de proteínas en el glomérulo. El diagnóstico se realiza mediante evaluación clínica, análisis de orina y, en algunos casos, biopsia renal.
El tratamiento varía según el diagnóstico y el curso clínico de la enfermedad, y puede incluir el uso de inmunosupresores, como corticoides, ciclofosfamida o ciclosporina, así como otros enfoques terapéuticos como la plasmaféresis. En casos avanzados o sin respuesta a los tratamientos, puede considerarse la diálisis o el trasplante renal.
Encontrar el tratamiento nefrológico adecuado para ti
Encontrar la forma cómo trata la nefrología una enfermedad renal puede ser una tarea compleja, pero es importante trabajar con un médico experimentado y capacitado para desarrollar un plan de tratamiento individualizado. Los pacientes deben trabajar con su médico para revisar todas las opciones de tratamiento y considerar los riesgos y beneficios antes de tomar una decisión.
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Referencias:
- https://www.cigna.com/es-us/knowledge-center/hw/nefrlogo-ps2009#:~:text=Los%20nefr%C3%B3logos%20son%20doctores%20en,enfermedad%20renal%20cr%C3%B3nica%20o%20c%C3%A1ncer.
- https://www.topdoctors.com.co/diccionario-medico/nefrologia/
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