La telemedicina América Latina, y en general en los demás continentes, no es una práctica que haya tenido mucho éxito.
Aún se percibe un poco de desconfianza e incredulidad frente a los servicios prestados a distancia.
Sin embargo, es indudable que la telemedicina ayudaría a satisfacer la actual demanda en la era digital.
Acercaría a los pacientes y a los médicos sin la necesidad de perder largas horas viajando, pero obteniendo todos los beneficios de la atención médica.
Ofrecería la oportunidad de ponerse en contacto, hacer preguntas y recibir respuestas a los problemas que deben responderse de inmediato.
Esto es valioso tanto para pacientes como para médicos.
La telemedicina involucra servicios como:
- monitoreo
- asesoramiento
- educación entre médicos y pacientes
Todo esto a través de conexiones seguras y privadas.
Esto sin duda permitiría que más personas accedieran a servicios de primer nivel de manera rápida, segura, cómoda y sobre todo oportuna.
Hoy en día, con la actual y creciente pandemia ocasionada por el COVID-19, la telemedicina vuelve a tomar relevancia e incluso se plantea como una de las opciones más fuertes para dar soporte a todas las personas que necesitan apoyo, asesoría y alternativas para contar la voz de un especialista sin que se incrementen los riesgos de exposición al virus.
La telemedicina resuelve problemas de desplazamiento, hacinamiento en hospitales, propagación de la enfermedad y facilita el registro de casos de manera automatizada.
Si hace unos meses era impensable dar este tipo de servicios médicos de manera remota, hoy se torna en una necesidad de primera mano.
Así como se ha visto en la necesidad de implementar el teletrabajo y el homeschooling, se adoptarán prácticas médicas a distancia.
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