El tratamiento para la hipoacusia es una de las cosas que, desde hace mucho tiempo, hemos estado buscando, para la mejoría y estabilidad de las personas que padecen esta afección. Es el término utilizado para conocer a grandes rasgos la pérdida de audición, este es un problema de salud común que afecta a personas de todas las edades, sexos y razas. Una condición que puede ser causada por una infinidad de factores, desde la exposición prolongada a ruidos fuertes hasta la genética y algunas enfermedades infecciosas.
Tratamiento para la hipoacusia: Oír es creer
La hipoacusia puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de una persona, incluso si esta afección aparece desde muy temprana edad, afectando la capacidad para comunicarse entre tu entorno, trabajar plenamente y disfrutar de actividades cotidianas.
Afortunadamente, existen varios tratamientos disponibles para la hipoacusia, desde audífonos e implantes cocleares hasta terapia del habla y medicamentos. Es por ello que aquí exploraremos los diferentes tipos de tratamiento para la hipoacusia, y cómo estos pueden ayudar a las personas a recuperar su capacidad auditiva y mejorar su calidad de vida.
4 tipos de tratamiento para la hipoacusia:
El tratamiento para la hipoacusia, o pérdida de audición, depende muchas veces de la causa subyacente y del grado de pérdida auditiva. En varios casos, la hipoacusia puede ser temporal y se puede resolver por sí sola, siendo una afección autolimitada, mientras que en otros casos puede ser permanente y requerir tratamiento por mucho tiempo.
1. Aparatos auditivos:
El primer aparato auditivo en toda la historia fue inventado en el siglo XVII, por un genio matemático y físico británico de nombre Robert Hooke. Hooke diseñó un dispositivo que consistía en una trompeta de madera que amplificaba el sonido y lo dirigía hacia el oído de la persona.
A lo largo de los siglos venideros, se hicieron muchos avances en la tecnología de los aparatos auditivos que existían en el momento. En la década de 1800, los dispositivos electrónicos comenzaron a reemplazar los dispositivos acústicos, en un intento de progreso y avance de la tecnología. Fue en 1898, cuando el primer audífono eléctrico fue desarrollado por Miller Reese Hutchison, un inventor estadounidense.
Más tarde, en la década de 1920, los audífonos eléctricos se hicieron más pequeños y portátiles a su vez, lo que logró que las personas con hipoacusia pudieran llevarlos consigo a dondequiera que fueran. A mediados del siglo XX, la miniaturización de los componentes electrónicos permitió la creación de audífonos aún más pequeños todavía, con toque de sofisticación, que podían adaptarse a diferentes tipos y grados de pérdida auditiva.
Actualmente, los avances tecnológicos de los aparatos auditivos han permitido la creación de dispositivos nuevos que son más pequeños, más potentes y más precisos que nunca. Los audífonos modernos pueden conectarse a teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos, para una mayor comodidad y funcionalidad.
2. Implantes cocleares como tratamiento para la hipoacusia:
Los implantes cocleares son dispositivos médicos electrónicos que se colocan por vía quirúrgica en el oído interno, para ayudar a las personas con hipoacusia grave o profunda a escuchar un poco mejor. Pueden funcionar mediante la estimulación directa del nervio auditivo.
Un implante coclear consta de dos partes primordiales para que funcione correctamente como tratamiento para la hipoacusia: Un componente externo que se usa detrás de la oreja, y un componente interno que se implanta en una intervención quirúrgica, en el oído interno. El componente externo es quien recibe el sonido y lo convierte en señales eléctricas, que se transmiten al componente interno gracias a una bobina de transmisión. El componente interno luego envía estas señales eléctricas al nervio auditivo, que las envía al cerebro para su interpretación.
Antes de ser realizada la cirugía de implante coclear, se elabora una evaluación completa de la audición del paciente, para así poder determinar si es un candidato adecuado para el procedimiento o si esto no le acusará ningún tipo de efecto secundario. Después de la cirugía, el paciente necesitará un período de recuperación, descanso y rehabilitación, para adaptarse al implante y aprender a utilizarlo de manera efectiva.
Los implantes cocleares han sido capaces de demostrar que son una opción eficaz para muchas personas con hipoacusia profunda o severa. Pero, no son adecuados para todas las personas con hipoacusia. Es relevante discutir todas las opciones de tratamiento para la hipoacusia disponibles, ya sea con un médico especialista en oído, nariz y garganta (otorrinolaringólogo), o un audiólogo, preferiblemente, para determinar el mejor plan de tratamiento para la persona afectada.
3. Terapia del habla y del lenguaje:
La terapia del habla y del lenguaje puede ayudar muchísimo a las personas con hipoacusia, beneficiando en pro a la mejoría de su capacidad para comunicarse. Este tipo de tratamiento para la hipoacusia implica trabajar con un terapeuta del habla y del lenguaje, para mejorar la comprensión del mismo, la capacidad de hablar y leer los labios.
Un tratamiento para la hipoacusia que perfectamente ha sido adaptado especialmente en niños, ayudándolos en el desarrollo de su persona y cómo desenvolverse en su respectivo entorno
Un terapeuta del habla y lenguaje, podrá trabajar con el paciente para desarrollar habilidades de escucha y comprensión, así como para mejorar el uso de la voz y su pronunciación.
4. Medicamentos:
En algunos casos, los medicamentos pueden “ayudar” a tratar la hipoacusia, si la causa subyacente es una infección o inflamación del oído. Pero en general, los medicamentos no se utilizan como tratamiento para la hipoacusia de manera primaria. En algunos casos, pueden ser muy útiles, pero en otros no tanto.
Por ejemplo, los medicamentos pueden ser útiles para tratar infecciones del oído, como la otitis media, que puede causar una pérdida auditiva temporal en el paciente. Los medicamentos también pueden ser útiles para tratar afecciones autoinmunitarias, que pueden afectar la audición, como la enfermedad de Ménière.
¿Por qué no se usan los medicamentos?
Algunos de los medicamentos pueden ser tóxicos para el oído, y pueden causar una pérdida auditiva temporal, o incluso permanente. Estos medicamentos incluyen algunos antibióticos, medicamentos quimioterapéuticos y medicamentos antiinflamatorios no esteroideos. Es por ello que, solo los profesionales de la salud los recetan en caso de sospechas de algún tipo de infección por algún agente bacteriano.
Es importante hablar con un médico especialista en otorrinolaringología para determinar el mejor tratamiento para la hipoacusia en cada caso.
Fuentes:
- https://escucharahoraysiempre.com/blog2/tipos-tratamiento-hipoacusia/
- https://clinicabarona.com/diagnostico-hipoacusia/
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