Dra. Ana Luisa Mendizábal Méndez.
El coronavirus SARS-CoV-2, causante de la actual pandemia, es un microorganismo poco conocido aún.
Si bien pertenece a una familia de agentes infecciosos que con anterioridad en este siglo XXI han ocasionado epidemias como:
- SARS-CoV-1 causante del síndrome de dificultad Respiratoria Aguda o SARS en el año 2003
- Síndrome de dificultad respiratoria del medio oriente o MERS en 2012, el virus actual presenta características únicas de las cuales se tiene poca información.
Los centros para el control de enfermedades de los Estados Unidos (CDC) consideran que las personas que presentan tos y dificultad para respirar pueden tener COVID-19.
Asimismo, pueden padecer la enfermedad las personas que presentan por lo menos dos de los siguientes síntomas:
- Fiebre.
- Escalofríos.
- Temblores repetitivos con escalofríos.
- Dolor muscular.
- Dolor de cabeza.
- Inflamación de la garganta.
- Pérdida súbita del olfato o el gusto.
Los últimos síntomas mencionados (pérdida del olfato o el gusto) aparecen comúnmente junto con el resto de los síntomas; sin embargo, aproximadamente en el 12% de los casos pueden preceder a los mismos(1).
Si bien no se conoce del todo la forma en que el SARS-CoV-2 causa estas alteraciones, se sabe que otros coronavirus tienen la capacidad de invadir el bulbo olfatorio.
Que es una pequeña estructura localizada dentro de la cavidad del cráneo, justo arriba de la cavidad nasal, considerada como parte de la corteza cerebral.
Que tiene la función de generar señales para que el cerebro pueda reconocer los olores asociados a diferentes sustancias o moléculas.
Esta es una de las muchas maneras en que la COVID-19 ataca al sistema nervioso central.
Otras manifestaciones del daño que produce el SARS-CoV-2 en el sistema nervioso central son el mareo en 17% de los casos, alteraciones del estado de consciencia hasta en 9%(2) .
Lo más preocupante, evento vascular cerebral de tipo isquémico, o lo que las personas conocen comúnmente como “embolia”.
Que es la disminución del oxígeno que llega al cerebro ocasionada por la interrupción del flujo sanguíneo, la cual a su vez es secundaria a un coágulo que tapa alguna de las arterias cerebrales.
Si bien, esto es un evento raro, se ha reportado que puede afectar a personas menores de 50 años, incluso sin presentar previamente otros síntomas de COVID-19(3).
Se han reportado también casos aislados de Síndrome de Guillain-Barré (4) después del inicio de síntomas de COVID-19.
Este padecimiento se caracteriza por pérdida de fuerza inicialmente en las extremidades inferiores, que progresa hacia la parte superior del cuerpo y es seguida de parálisis.
La cual puede extenderse hacia los músculos de la respiración lo que hace necesaria la colocación de un ventilador mecánico para respirar.
El evento vascular cerebral isquémico es realmente una manifestación en el sistema nervioso de la afectación que genera el virus directamente a nivel del recubrimiento que tienen las arterias del organismo, conocido como endotelio.
El cual sufre inflamación y, como resultado, libera una serie de sustancias que promueven la formación de coágulos.
En dos estudios de diferentes hospitales, se observó que 1 de cada 5 o incluso hasta uno de cada 3 pacientes que ingresan a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) con COVID-19 presentan tromboembolismo pulmonar(5,6).
Es decir, la formación de coágulos que obstruyen el flujo sanguíneo hacia los pulmones, aún a pesar de que recibieron anticoagulantes.
En uno de los estudios se reportó que uno de cada 10 pacientes fallecieron por esta causa.
El coronavirus SARS-CoV-2 también tiene afinidad por las células del corazón, a la fecha existen diversos reportes de inflamación del músculo cardiaco (miocarditis) ocasionada por COVID-19.
Se piensa que el daño cardiaco agudo puede presentarse hasta en uno de cada 5 pacientes y que la mortalidad secundaria al mismo podría ser hasta del 50%(7, 8).
No se sabe aún el mecanismo por el cual la COVID-19 produce alteraciones en la piel; sin embargo, en un estudio publicado por un grupo de dermatólogos españoles que incluyó a 375 pacientes infectados.
Pudieron observarse zonas de enrojecimiento e inflamación en la punta de los dedos de las manos o los pies, pequeñas ampollas conocidas como vesículas parecidas a las que ocurren en la infección por varicela, urticaria y pápulas e incluso necrosis, es decir la muerte de la piel en alguna área del cuerpo(9).
Figura 1.- Algunas de las manifestaciones en la piel asociadas a COVID-19(9).
Debemos recordar que el SARS-CoV-2 es un virus nuevo, del cual no se tiene aún información suficiente.
Por lo que conforme pasa el tiempo se han detectado alteraciones graves, que no habían sido reportadas antes en otras infecciones por coronavirus.
De ahí la importancia de evitar a toda costa el contagio y participar en forma activa en el control de la epidemia manteniendo las medidas de protección como evitar salir de casa y mantener la sana distancia.
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Referencias:
- Lechien, J.R., Chiesa-Estomba, C.M., De Siati, D.R. et al. Olfactory and gustatory dysfunctions as a clinical presentation of mild-to-moderate forms of the coronavirus disease (COVID-19): a multicenter European study. Eur Arch Otorhinolaryngol (2020). https://doi.org/10.1007/s00405-020-05965-1.
- Asadi-Pooya AA, Simani L. Central nervous system manifestations of COVID-19: A systematic review [published online ahead of print, 2020 Apr 11]. J Neurol Sci. 2020;413:116832. doi:10.1016/j.jns.2020.116832.
- Large-Vessel Stroke as a Presenting Feature of Covid-19 in the Young. April 28, 2020. https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMc2009787.
- Guillain–Barré Syndrome Associated with SARS-CoV-2. April 17, 2020. DOI: 10.1056/NEJMc2009191.https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMc2009191.
- Klok, F A et al. “Incidence of thrombotic complications in critically ill ICU patients with COVID-19.” Thrombosis research, S0049-3848(20)30120-1. 10 Apr. 2020, doi:10.1016/j.thromres.2020.04.013.
- Julien Poissy, Julien Goutay, Morgan Caplan, Erika Parmentier, Thibault Duburcq, Fanny Lassalle, Emmanuelle Jeanpierre, Antoine Rauch, Julien Labreuche, and Sophie Susen and on behalf of the Lille ICU Haemostasis COVID-19 groupOriginally published24Apr2020.https://www.ahajournals.org/doi/10.1161/CIRCULATIONAHA.120.047430.
- Myocarditis in a patient with COVID-19: a cause of raised troponin and ECG changes. Denis Doyen, Pamela Moceri, Dorothée Ducreux, Jean Dellamonica. Published:April 23, 2020DOI:https://doi.org/10.1016/S0140-6736(20)30912-0.
- Irabien-Ortiz, Angela. “Miocarditis fulminante por COVID-19” [Fulminant myocarditis due to COVID-19]. Revista espanola de cardiologia, 10.1016/j.recesp.2020.04.001. 10 Apr. 2020, doi:10.1016/j.recesp.2020.04.001.
- Galván Casas, C., Català, A., Carretero Hernández, G., Rodríguez‐Jiménez, P., Fernández Nieto, D., Rodríguez‐Villa Lario, A., Navarro Fernández, I., Ruiz‐Villaverde, R., Falkenhain, D., Llamas Velasco, M., García‐Gavín, J., Baniandrés, O., González‐Cruz, C., Morillas‐Lahuerta, V., Cubiró, X., Figueras Nart, I., Selda‐Enriquez, G., Romaní, J., Fustà‐Novell, X., Melian‐Olivera, A., Roncero Riesco, M., Burgos‐Blasco, P., Sola Ortigosa, J., Feito Rodriguez, M. and García‐Doval, I. (2020), Classification of the cutaneous manifestations of COVID‐19: a rapid prospective nationwide consensus study in Spain with 375 cases. Br J Dermatol. Accepted Author Manuscript. doi:10.1111/bjd.19163.